Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas,
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño
muere por sus hojas
Cesar Isella
Solsticio
Hay un solsticio que marcará mi vida
y aquí yace un hombre, que lo hizo suyo.
De Verano y vientos, de pensar y orgullo;
de nunca haber respirado por la herida.
Querías navegar, sin astrolabio
Eolo te acompaña, ríe contigo;
el te lleva mi abrazo en desagravio.
El Rumbo que escogiste, es para siempre.
La carta de navegar, tú la escribiste.
Anda, ve riendo, nada va a estar triste;
Yo alguna vez la tomaré, tal vez te encuentre.
Te queda poco para llegar a tu destino
y no fue pronta tu veloz partida.
Habías cumplido y sonó la retirada.
Camina el hombre y de Dios, ¡son los caminos!
Todo ha sido bien y nada ha sido en vano.
La luna se hizo grande hace unos días,
es verano y los alisios son tus guías.
Mira hacia atrás, veras mi mano
Porque después de la muerte y sus abismos,
es mundano despedirnos entre humanos;
pero solo los dioses, pueden “Bien-venirnos”
Popayán, 26 de junio de 2013
A Pedro José Valencia Ortega
PAZAL